1. Sonríe

La sonrisa es nuestra mejor tarjeta de presentación. Además de no costar nada, suele tener un efecto contagioso.

Prueba al llegar al trabajo saludar a tus compañeros con una sonrisa, verás como la mayoría te devuelven el saludo sonriendo.

Incluso está demostrado que si hablas por teléfono y sonríes, la persona que está al otro lado lo nota aunque no te vea, y suele favorecer una conversación más distendida.

El otro gran efecto de la sonrisa es en ti mismo. Al estar mayor parte de tu tiempo sonriendo, esto te trasmitirá una sensación de alegría mejorando tu felicidad.

Es importante recalcar que la sonrisa tiene que ser sincera, todos estamos capacitados para detectar sonrisas falsas, así que si no vas a sonreír sinceramente mejor no lo hagas.

2. Evita olvidar los nombres y recuerda la mayor cantidad de detalles de las personas

Esto es muy importante. Trata de recordar el nombre de cada persona que conozcas. Para esa persona que tú lo llames por su nombre es muy importante.

Reflexiona cuanto te irrita encontrarte con un conocido con el que estuviste hablando un largo rato hace unos meses y ahora casi no se acuerda de ti, ni siquiera recuenrda como te llamas. Es realmente molesto, ¿verdad?

Por el contrario, cuando alguien al que solo has visto pocas veces te pregunta por tus hijos y por como solucionaste el problema que tenías la vez que hablaron, te llena de alegría y te hace sentir importante, a la vez empiezas a verlo como un amigo a partir de ese momento.

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Pues desde ahora pon en práctica mecanismos que te ayuden a recordar el nombre y los detalles de la vida de aquellos a los que en un futuro quieras tener en tu círculo de amigos.

¿Cómo hacerlo? Hay muchos mecanismos, pero uno de los más simples es prestar atención cuando te estén hablando e intentar en ese momento retener la mayor cantidad de datos.

3. Si quieres agradar, sé un buen oyente, deja que los demás hablen

Cuando estamos en un grupo, muchos cometemos el error de querer ser el líder de la conversación, llevando el ritmo de la misma y hablando sobre los temas que nos interesan.

Si quieres agradar a más personas, evita esto. Cuando estés en un grupo trata de escuchar a los demás, prestarle atención a su conversación y solamente hacer comentarios breves y que no tengan que ver con experiencias tuyas.

Si estas hablando solamente con otra persona, siempre intenta que sea esa persona quien hable más, así te ganarás fama de buen conversador y de paso podrás conocer mejor a tu interlocutor, lo que te facilitará los siguientes pasos.

4. No hables de lo que te interese, si no de lo que le interese a los demás.

Como en el consejo anterior, evita los temas de conversación que solo te interesen a ti.

Nadie quiere escuchar como tú mismo te ensalzas, los demás lo que quieren es halagarse a si mismos, así que deja que lo hagan, anímalos a hacerlo y no los interrumpas.

Verás que a gusto se sienten cuando los dejamos vanagloriarse de sus éxitos y sus virtudes. El ser humano es así, tú eres así. A partir de ahora sabes que la gente prefiere escucharse a si mismo que escuchar a los demás.

Otro pequeño consejo, intenta aprender a hablar de cualquier tema y cuando no tengas conocimiento sobre algo, déjalo saber y permite que te enseñen y te expliquen, lo importante es que tu interlocutor o interlocutores se sientan cómodos con la conversación y esta fluya sin que verse sobre ti mismo.

5. Demuestra un interés sincero por la persona que quieres agradar

Sonreír, saber escuchar y recordar el nombre de alguien nos facilita mucho el trabajo de acercarnos a una persona, son la puerta de entrada, pero una vez dentro, para poder permanecer en el círculo cercano este es el paso más importante.

Si quieres agradar de verdad a otra persona demuestra interés por sus problemas, pero un interés sincero porque puedes obtener el efecto contrario.

Cuando uno demuestra interés o preocupación sincera por los problemas del otro, indicamos hasta que punto estamos implicados en la amistad, por tanto no solo abrimos la puerta, también garantizamos que nuestra presencia en el círculo cercano de esa persona sea bienvenida.

Ni siquiera tienes que buscar soluciones a sus problemas, tan solo escucha y hazle saber que estás ahí para ayudarlo.

6. Haz que se sienta importante

Si logras mejorar en lo 5 primeros consejos, ya habrás comenzado a trabajar en este. A todos nos gusta sentir que somos unos seres especiales, que somos importantes. Sabiendo esto, ¿porqué no usar este dato para caer mejor?

Ojo, esto no tiene nada que ver con la adulación. Nadie soporta a los aduladores, al principio gustan al adulado pero al poco tiempo hasta a él le molesta.

Tienes que hacerle sentir importante no con cumplidos, si no con hechos, los 5 primeros consejos de este artículo son una forma de hacerlo, pero hay otras:

Realzar sus virtudes o sus logros: Es una de las formas más fácil, pero hacerlo con sinceridad, permitiéndole que te explique cómo ha los ha conseguido.

Pídele ayuda: Cuando pides ayuda a alguien, le estás dando a entender que confías en esa persona y que lo necesitas, por tanto le demuestras su importancia.

Estimulándolo a mejorar: Cuando estimulas a alguien a ser mejor, es porque con los consideras más capacitado y por tanto lo haces sentir más importante, que es el objetivo.