¿Qué es la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es el poder que tiene una persona de controlar no solo sus emociones sino además, las emociones de quienes la rodean.
Entender y manejar las emociones no es nada fácil, pero una vez que la inteligencia emocional es dominada, es posible lograr incluso aquellas relaciones interpersonales que parecían imposibles.
Desde un punto de vista un poco más sencillo, la inteligencia emocional abarca tanto lo interno como lo externo en las personas, con ella es posible incluso conocer el estado de ánimo de un individuo fuera del círculo social.
Pero nada de lo anterior es tan sencillo como suena. Sin embargo, resulta relevante mencionar que, cuando una persona logra entender completamente los principios de este tipo de inteligencia es capaz de muchas cosas, ¡muchas de ellas, inimaginables!
Factores de la inteligencia emocional
Se cree que la comprensión total de la inteligencia emocional engloba, los siguientes factores: la percepción, la compresión, utilización y, el manejo de las emociones.
Así lo explican los investigadores, Peter Salovey y John D. Mayer, los creadores de la inteligencia emocional en el año 1990 1.
Estos factores engloban la interpretación de las emociones no verbales, tomando como referencia las expresiones corporales de los individuos.
Seguidamente, se toman en cuenta los factores externos para que el individuo conozca las emociones.
Una vez conocidas, procede a utilizarlas, tomando en cuenta el significado de cada una de ellas, desde una señal de alegría hasta una de ira, siendo este factor uno de los más importantes, y por consiguiente, uno de los más utilizados en el ámbito laboral.
Por último, el manejo total de las emociones, pero si este factor es utilizado en otra persona, para aplicarlo correctamente será necesario controlar nuestras emociones para así evitar cometer acciones inapropiadas.
Componentes de la inteligencia emocional
Para que una persona logre el triunfo no solo en el ámbito sentimental sino además en el laboral, esta debe contar con una inteligencia emocional elevada, ya que la inteligencia emocional de una persona crece a media que esta amplia su mente.
Resulta relevante mencionar que un manejo erróneo de las emociones puede perjudicar gravemente al individuo, es por ello que este necesita comprender los componentes de la inteligencia emocional, los cuales son:
Autoconocimiento
Antes de intentar conocer a otros, lo primordial es conocernos, realizar una autoevaluación para conocer a fondo nuestras emociones y aprender a controlarlas.
Una vez establecido el punto anterior, ya podemos conocer las emociones de otras personas.
Aunque esto último, al inicio solo sea un poco superficial, el conocimiento de las emociones externas se ampliara a medida que incrementemos nuestra mente, incluso, para ello será necesario cambiar un poco la forma de pensar y aceptar todo tipo de opiniones.
Autocontrol
La adaptación es muy importante para dominar la inteligencia emocional, de ella parte, el autocontrol.
Las emociones en ocasiones pueden estar “a flor de piel” y esto puede convertir al individuo en un ser vulnerable.
La clave está en el autocontrol, si logramos controlar nuestras emociones, no tendremos ningún inconveniente al manejar las emociones de otras personas. Las personas que logran un autocontrol son las más seguras.
Automotivación
El enfoque es fundamental. Tener una meta trazada es la clave para triunfar.
De la inteligencia emocional parte el optimismo. Una persona optimista puede hacerle frente a los problemas, y buscar la vía más rápida y efectiva para solventarlos.
La motivación ayuda al individuo a vencer las barreras que no le permiten seguir adelante.
Empatía
En la empatía cobra mayor relevancia la inteligencia emocional, ya que esta se basa en la compresión de las emociones de otras personas.
Una persona empática puede ayudar a otras a resolver los problemas que les aquejan, su influencia va directa al individuo, haciendo que este cambie incluso su forma de pensar.
La empatía es un poder que no todos logran dominar.
Habilidades sociales
Las relaciones sociales siempre han sido importantes, especialmente en el ambiente laboral.
Un buen manejo de la inteligencia emocional puede dotar al individuo de habilidades sociales impresionantes.
Aquellas que le permitan comunicarse abiertamente con otras personas, entender sus puntos de vista, y hacer que otros comprendan los suyos.
Estas habilidades pueden ser posibles incluso con personas que, cuya relación no sea agradable, comprendiendo así su forma de actuar para establecer un vínculo más satisfactorio.