Logotipo de mi felicidad

Cómo impresionar a tu jefe


Todos queremos que nuestro trabajo sea reconocido por nuestros jefes y de paso que este esfuerzo sea recompensado con un ascenso, con mejores condiciones laborales o al menos con un agradecimiento de nuestros superiores.

Pero la mayoría de las veces, pese a hacer bien nuestro trabajo, estos reconocimientos no llegan, ¿por qué sucede esto?

Las personas que solo hacen bien su trabajo, sin aportar nada más son considerados por sus jefes simples empleados eficientes.

Para llamar la atención de tu superior, deberás hacer algo más. Deberás dejar de ser otro cualquiera en la plantilla de tu empresa y destacar.

¿Cómo hacerlo?, para ello hemos creado estos 10 sencillos consejos para impresionar a tu jefe.

Consejos para impesionar a tu jefe

1. Haz bien tu trabajo y un poco más.

Lo primero y lo más básico es hacer bien el trabajo que te corresponde. Si no consigues esto de nada servirán los demás consejos.

Sé puntual, o mejor, llega un poco antes al trabajo y vete tarde. Si es posible, llega antes y márchate después de tu jefe.

Intenta terminar las tareas antes del tiempo acordado o realizar algunas tareas fuera de tu marco de trabajo.

Siempre ve bien vestido, no es que sea imprescindible, pero una apariencia física correcta facilita mucho las cosas.

Todo esto trasmitirá profesionalidad e implicación con la empresa.


2. Conoce que expectativas que tu jefe tiene sobre ti e intenta superarlas

Debes conocer que espera tu jefe de ti, o al menos que tipo de trabajador cree que eres.

Un vez conseguido esto tienes que emplearte a fondo para demostrarle que en realidad eres aún mejor que la impresión que tiene de ti y que eres capaz se superar sus expectativas.

Nada impresiona más a un jefe que darse cuenta que se ha equivocado con un trabajador al que infravaloraba.


3. Mantente a una distancia prudencial de tu jefe

«…te advierto, si más abatido irás, la onda grave tus plumas, si más elevado, el fuego las abrase. Entre lo uno y lo otro vuela…»
Dédalo e Ícaro,
La Metamorfosis. Ovidio.

Como en la historia de Dédalo e Ícaro, deberás mantenerte a una distancia prudencial de tu jefe para no quemarte y precipitarte al vacío.

Todos conocemos a algún “favorito” caído en desgracia a los pocos años, suele pasar más a menudo de lo que crees; así que evita estar en su círculo más cercano.

Tampoco es recomendable mantenerte en las sombras, sin que conozca tu nombre o que puesto ocupas en la empresa.

Intenta mantenerte en punto medio, donde puedas demostrarle tus cualidades, pero lo suficientemente alejado para que no detecte tus defectos o que se llegue a cansar de tu presencia.


4. Evita la adulación

Nadie soporta a los aduladores, ni siquiera los jefes.

Convertirse en un adulador es la forma en que los mediocres intentan ascender en la escala laboral, y no vamos a engañarte, muchas veces lo logran.

Pero ese ascenso suele ser efímero por que los jefes saben que tipos de personas son y sus capacidades.

Si los mantienen cerca es porque les interesan que cumplan determinada función, ya sea prepárale el café, contar los comentarios de la oficina o sentirse a gusto con los elogios constantes.

Lo malo es que tarde o temprano terminan cansándose de ellos y se suelen caer del pedestal en el que se creían seguros.


5. Acepta tus límites y tus errores

«ΓNΩΘI ΣEAYTON (Conócete a ti mismo)».
Inscripción en el templo de Apolo en Delfos.

Conocerte a ti mismo es algo que mejorará tu vida a todos los niveles (ver cómo conocerte a ti mismo).

Claramente también mejorará tu vida a nivel laboral. Saber hasta donde puedes llegar evitará que aceptes tareas para las que no estas preparado y que por tanto las hagas mal o las entregues tarde.

Es mejor decirle a tu jefe que estás capacitado para una tarea determinada que no hacerla correctamente. Siempre hazle saber que desde ese momento aprenderás a realizarla para que la próxima vez estés listo.

Con los errores lo mismo, cuando te percates que haz cometido uno, infórmalo y pide disculpas. Siempre es mejor informarlo uno mismo a que lo haga otro compañero con su versión de los hechos.

Aunque parezcan contraproducentes estas decisiones demostrarán a tus superiores tu compromiso profesional.

Sería conveniente que incluso revises los modelos de personalidad de Holland, e identifiques cuál es el tuyo. Esta sencilla información te permitirá conocerte mejor y explotar tu potencial.


6. Demuestra interés y motivación en el trabajo

No solo tienes que hacer bien tu trabajo, si no también tienes que gustarte y que los demás sepan que te gusta lo que haces.

Si te gusta tu trabajo todo va sobre ruedas, esta es la principal motivación del mundo, intenta trasmitirlo al grupo y verás como tu superior lo notará.

Un empleado motivado e interesado en lo que hace siempre llama la atención de su jefe y es una de las grandes bazas para escalar en la escalera corporativa.


7. Haz de las prioridades de tu jefe tus prioridades

Todo jefe tiene prioridades en su carrera, y como es lógico, todo aquello que le ayude a alcanzarlas es bienvenido.

Por tanto, intenta identificar cuales son las metas de tu jefe, cuál es el objetivo que tiene en mente y proponte firmemente ayudarlo a alcanzarlo.

Cuando él se de cuenta de que ambos trabajan en la misma dirección mejorará su percepción sobre ti de forma positiva.


8. Evita las quejas, sé un resolvedor de problemas

Artículo relacionado: Cómo solucionar los problemas.

Si algo detestan los jefes, casi más que a los aduladores, son a los trabajadores que los molestan con quejas constantes.

Aquellos que siempre tienen un lamento sobre los otros compañeros, sobre el trabajo que realizan o sobre los problemas que les generan los proveedores. Verlos entrar por la puerta de la oficina y ponerse el jefe de mal humor es lo mismo.

Por tanto evita quejarte constantemente, intenta resolver por ti mismo los problemas que aparezcan y solo cuando el problema esté resuelto coméntaselo a tu jefe.

Se un resolvedor de problemas, no un creador de problemas. Este aspecto es muy valorado por los superiores, que a la larga, desean estar rodeados de personas que les faciliten el trabajo y no que se lo dificulten.

Ampliar información en: Cómo solucionar los problemas.


9. Juega en equipo, pero ten iniciativa

Todo superior interesado en que su empresa funcione desea que sus subordinados funcionen como un equipo bien coordinado. Lo que significa que tú debes demostrarle que eres parte indisoluble de ese equipo y que no intentas romperlo.

Para ello tienes que mantener buenas relaciones con tus compañeros de trabajo. Habla con ellos, conócelos, pero siempre en horario de descanso.

Cuando tengas la oportunidad de alabar de forma sincera a algún compañero ante un superior, hazlo, ambos saldrán beneficiados de ese gesto.

Es importante que tu jefe te vea como parte imprescindible del equipo, pero recuerda, intenta sobresalir un poco, cuando tengas una buena idea ponla en práctica, no te escudes en el grupo.

Demuéstrale a tu jefe que tienes iniciativa, que puedes asumir riesgos por tu cuenta sin darle la espalda a tus compañeros.


10. Fórmate por tu cuenta y hazlo saber

Este es el último consejo que te damos, pero no por ello el menos importante.

No esperes a que tu empresa te forme, si lo hace, bien, pero tú debes aumentar tus conocimientos constantemente.

Ve a cursos de formación, a charlas sobre temas relacionados con tu trabajo, con el mercado en el que se desenvuelve tu empresa.

Lee libros, artículos o blogs en Internet, no te estanques en lo que ya sabes, cada día hay que aprender más.

Y lo más importante, todo aquello que aprendas aplícalo en tu día a día, úsalo para mejorar tu trabajo y hazlo saber de una forma sutil. Que llegue a oídos de tu jefe.

Recuerda que el conocimiento aunque no te sirva en este puesto de trabajo es algo que nadie te podrá quitar nunca, así que no malgastes tu tiempo, úsalo en mejorar tu formación profesional.


Resumiendo: Cómo Impresionar a tu Jefe


  • 1. Haz bien tu trabajo y un poco más.
  • 2. Conoce las expectativas que tu jefe tiene sobre ti e intenta superarlas.
  • 3. Mantente a una distancia prudencial de tu jefe.
  • 4. Evita la adulación.
  • 5. Acepta tus límites y tus errores.
  • 6. Demuestra interés y motivación en el trabajo.
  • 7. Haz de las prioridades de tu jefe tus prioridades.
  • 8. Evita las quejas, sé un resolvedor de problemas.
  • 9. Juega en equipo pero ten iniciativa
  • 10. Fórmate por tu cuenta y hazlo saber demostrándolo.

Si te ha gustado... Compártelo.